viernes, 13 de junio de 2008

monologo de amor

¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no me dijiste que ya no querías más? ¿Qué tenias pensado seguir tu camino…sin mi? ¿Por que todavía no se nada de vos? ¿Por qué no me has dejado ni una carta, para decirme si te fuiste, si es que vas a volver, donde estas?
No puedo entender que fue lo que ocurrió, que fue lo que tu mente entendió, lo que tu corazón u orgullo dictó.
Llegar a casa y que ya no estés es un dolor, es el momento de llegar y saber que ya no estas, el que se repite día a día, que me incomoda y lastima. Quedarme sin vos… cuando pensaba que el resto de lo que me quedaba por transitar seria con vos, seria juntos, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad.
¿Por que te fuiste si la pobreza y la enfermedad nunca han golpeado la puerta de nuestro departamento?
Te di todo de mí, mis mejores años, mi juventud, mi cariño, mi comprensión, claro… mi comprensión. Jamás deje de entender tus asuntos, tus razonamientos y sentimientos. Inclusive aquel día que me dijiste que no me aguantabas mas, que yo te resultaba una persona odios, que mis caricias, mis besos y sonrisas, que yo te brindaba para que nunca dejes de ser feliz, eran un castigo para vos. Recuerdo bien claro tu frase destructiva: “¡Lo peor de todo es dormir con vos todas las noches!”.¡Como si fuera que no me baño! ¡Que tengo mal aliento! Si siempre tuve la boca fresca, las pastas dentales hiper-fresh siempre fueron mis preferidas. Esta bien…se que engorde algunos quilos desde que nos enamoramos, pero vos tampoco te mantuviste igual y eso no es culpa mía, vos fuiste quien siempre prefirió comidas saturadas en grasas antes que ensaladas y sushi y quien me hizo abandonar cada gimnasio que empecé por celos a los compañeros o los musculosos treiners. Inclusive esa vez te comprendí.
Pensé que se te pastaría ese fastidio hacia mí, que con el correr de los días y espacios de reconciliación todo volvería a ser tan mágico como lo era antes.
Lo intente, procure crear ambientes románticos y propicios para nuestro reencuentro pasional. Te espere más de una vez con luces tenues, velas, aromas a jazmines y esas suaves bosas, que tanto te gustan, sonando de fondo, pero nada funcionó. Todos mis intentos de acercamiento los despresiastes y todo continúo en la dirección, opuesta a mis deseos. Ya no dormíamos juntos (preferías quedarte en el sillón mirando tele y dormir allí en componía de Moño, tu gato pulgoso), no conversábamos sobre nuestros días y mucho menos sobre nuestros sueños juntos. Inclusive, no dejaste que continuara haciéndote los masajes de los sábados a la tarde, que antes eran tu deleite.
Soledad, es la que siento, tantos momentos vacíos que quedan en torno a mí. Caricias que mueren en mis manos, palabras que contracturan mi lengua y un amor, sabrán disculpar mi expresión, cagado por las palomas, esto es todo lo que hoy me queda. Aunque yo nunca vi a las palomas que hicieron esto.
No logro explicarme que fue lo que paso…pero ahora que vuelvo el tiempo atrás y me esfuerzo en entender, presumo que tu abandono fue premeditado, que desde hace tiempo que venias tramando esta huida de mi. Quizás no quise ver que tu rechazo no tenía solución, mantuve la esperanza de que tu corazón se ablandara y que cambiaras tu postura, pensé que recapacitarías y que te darías cuenta de que nadie en este mundo, a pesar de mis errores, te querría más que yo. Pero me auto engañé, preferí seguir creyendo, antes que perderte.
Fue en vano, te perdí igual y me dolió más, pues mi negación facilito la caída al vacío de mi corazón. Y allí me encuentro en el vació, tratando de recomponerme y de continuar una vez mas, pero ahora, sin vos Tomás.
Me resisto a creer la versión de la chusma de Elena, pues a pesar de ser una buena vieja se que siempre miro con recelos nuestra relación y que más de una vez oyó conversaciones del otro lado de la puerta. Pero la quiosquera me contó lo mismo que Elena y dudo de que exista una conspiración para explicarme que te pasó. Dicen que te vieron salir con unos bolsos y una caja grande, que en la puerta te esperaba un chico joven, de no más de treinta años. Elena me contó que vió todo desde su balcón y que en un momento alzasete la cabeza para mirar hacia nuestra ventana y allí vio tu rostro desconcertado y sobre tus mejillas sin afeitar lagrimas rodando. También vieron cuando él te abrazo y vos entre pena y disimulo corriste sus brazos de modo muy sutil.
No me lo han dicho, pero insinuaron que entre vos y él se percibía complicidad de enamorados… y es que en definitiva puede ser cierto.
Puede ser que te hallas enamorado de otro hombre y que por eso me hayas dejado a mi solo

3 comentarios:

Un embudo expresivo dijo...

me olvide...publicado por verdelau

Un embudo expresivo dijo...

jajajajajajajaja muy buenaaaaaaa!!!!!
me reí mucho.. sobre todo al final
Saludos a Elena!

Mariano

Un embudo expresivo dijo...

jajajajajaj coincido
esta muuuuy bueno jaja

besoo

flor